1 ~ Recuerde que es una discusión, no una clase
El papel del líder del grupo es facilitar la conversación y ayudar a las personas a interactuar, no convertir la reunión en un monólogo. Compartir el rol de liderar la discusión entre los miembros del grupo es una forma práctica de ayudar a aliviar la caída en la trampa del “profesor”. Otra buena práctica que puede utilizar es tomar decisiones en grupo sobre cuáles son las expectativas de la discusión e incluir esto en las reglas básicas de su grupo.
2 ~ Promueva la preparación
Si los miembros del grupo se han preparado previo a la reunión, la discusión será más animada, robusta y personal, porque ya han tenido un tiempo para hacer una reflexión personal sobre el tema y las preguntas para la sesión. Si es posible, hable con su grupo respecto a la necesidad de que los miembros se tomen este tiempo para reflexionar sobre las lecturas, el tema de discusión y cualquier pregunta que se les presente antes de reunirse.
3 ~ Haga preguntas abiertas
Es útil crear algunas preguntas de seguimiento para complementar cualquiera de las preguntas de su tiempo de reunión. Asegúrese de que estas sean preguntas abiertas que no puedan responderse con un simple “sí” o “no”. Practique escribiendo este tipo de preguntas para acostumbrarse, o anote algunas de ellas en sus notas mientras se prepara. Si debe hacer una pregunta de “sí o no”, asegúrese de seguirla con un “¿Por qué?”
4 ~ Modele la escucha
¡Es tan fácil anticiparse a responder antes de que las personas hayan terminado su participación, o estar pensando en lo siguiente que dirás! Trate de enfocarse en la persona que habla, asimile lo que está diciendo, pero también observe su lenguaje corporal y escuche lo “no hablado”. Cuando nos tomamos el tiempo para escuchar realmente, podemos escuchar algo más allá de lo verbal. Asegúrese de responder a un gemido, un suspiro profundo o una risa, se puede comunicar mucho “no verbalmente”, así que responda cuando sea apropiado. “Ese fue un gran suspiro Jack, ¿quieres agregar algo a la conversación?” O “Pareces un poco confundida Abby, ¿tenemos que parar y aclarar?
5 ~ Abraza el silencio
Podemos sentirnos incómodos con el silencio, pero puede ser la forma en que aquellos que necesitan tiempo para pensar antes de hablar tendrán la oportunidad de compartir. Cuente hasta 20 en su cabeza antes de responder, ¡se sorprenderá de la frecuencia con la que alguien hablará antes de que llegue allí! Una vez escuché este gran consejo: en el silencio ESPERE y pregúntese ¿Por qué estoy hablando?
6 ~ Sea afirmativo
Los miembros de los grupos contribuirán a la conversación si se les reafirma luego de su aporte. “Gracias por su comentario, un punto interesante, apreciamos su aporte, gracias por ser tan abierto …”.
7 ~ Aplicar
¡No olvides aplicar lo que has aprendido! Pregunte a los miembros del grupo cómo cambiará su vida a partir de cada discusión. O cuales consideran serán los próximos pasos para aplicar lo que han aprendido. Si se comparte un testimonio, tómese el tiempo para orar unos por otros durante la reunión y durante la semana. Con mucho tacto haga seguimiento a lo que hayan compartido la próxima vez que se reúnan.
❖ AutorA: Tracey Ware
Tracey tiene un corazón y una pasión por el ministerio de grupos pequeños que se remonta a su adolescencia. Fue en un pequeño grupo en el que fue mentora, desafiada y alentada en su camino cristiano. ¡Ella cree que los grupos pequeños tienen un potencial increíble (a menudo desatado) para impactar no solo a la iglesia local sino a nuestro mundo! Tracey es una Pastora ordenada y ha trabajado muchos años en el ministerio de grupos pequeños, tanto en NSW como en Victoria – (Australia). Actualmente es la Pastora de Grupos de Vida en la Iglesia Bautista Syndal. Fue presentadora invitada en la Twelve Conference en abril de 2015 y también estableció el primer SGN Huddle en Australia en septiembre de 2015. (Melbourne VIC). Tracey está casada con David y tiene dos hijos adultos jóvenes.